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¿Está el parque automovilístico español muy envejecido? ¿Cuál es la media de edad? ¿Cómo nos situamos respecto a otros países europeos? ¿Cuáles son las consecuencias de tener coches tan viejos?
En este post nos hemos propuestos contestar a todas estas preguntas. No dejes de leerlo hasta el final porque las conclusiones que te vamos a dar te van a resultar la mar de interesantes.
Las últimas noticias sobre la edad del parque automovilístico de España continúan siendo malas.
La edad ya está en 13,5 años de media y todos los indicadores apuntan a que se llegara a los 14 en breve.
Al menos estos son los números y las previsiones de la Asociación Europea de Automóviles (ACEA).
En España ya tenemos algo más de 25 millones de coches y la mayoría son viejos. En cifras más concretas podemos decir que el 63,6 ya son vehículos que tienen más de diez años de antigüedad.
El 16,25 por ciento tiene entre cinco y diez años y el 20 por ciento tienen menos de cinco.
Los países con coches más viejos de diez años son Rumanía, Grecia y Polonia.
En el otro lado, los que tienen coches más nuevos se sitúan países como Luxemburgo, Bélgica y Dinamarca.
También preocupa a las autoridades europeas el número de coches que existen en nuestro país cuando se dividen por el combustible que están utilizando.
En España, casi el 60 por ciento son diésel que es precisamente el combustible "más perseguido" en estos momentos porque se considera que es el más contaminante.
Más coches diésel que España tienen países como Lituania, Letonia o Portugal.
Casi el 40 por ciento
de los coches en España son de gasolina.
Sólo se pueden contar
un 2,7 por ciento de coches híbridos y un 0,3 por ciento de eléctricos
Tener un parque automovilístico viejo puede tener varias consecuencias negativas, tales como:
· Para los conductores, tener un coche viejo significa que puedan existir un mayor número de averías y fallos mecánicos. Es evidente que la situación económica actual no está ayudando a cambiar de coche entre los particulares.
· Otra consecuencia para los conductores es que los coches con más años tienen un gasto de combustible mayor. Consumen mucho más gasolina o gasoil.
· Otra de las consecuencias es para la sociedad en general. Los coches de más de diez años suelen emitir más gases nocivos a la atmósfera porque cuentan con una menor tecnología en este aspecto que los coches nuevos.
· Un punto que hay que tener en cuenta es que los coches antiguos corren más riesgo de sufrir accidentes. No llevan incorporados, como ya tienen los nuevos, de sistemas ADAS que se ha demostrado que evitan muchos siniestros.
· Cabe destacar el hecho de que se han detectado muchos coches antiguos que no han pasado la correspondiente Inspección Técnica de Vehículos. En este supuesto, y en caso de accidente, el seguro de coche no se haría cargo de las indemnizaciones porque a todas luces se está incumpliendo con la ley. La aseguradora tampoco se haría cargo si el conductor da positivo en alcoholemia, por ejemplo.
¿Y cómo revertir esta situación? Lo cierto es que a juicio de la Asociación Europea de Automóviles cambiarla es bastante complicado porque los precios de los coches no dejan de subir y los coches eléctricos continúan fuera del alcance de muchos conductores.
Es necesario que se apliquen incentivos para que los usuarios se decidan a dar el salto para comprar su nuevo vehículo. No ayuda tampoco ni la falta de componentes ni la situación geopolítica de Europa.