Estas dos coberturas son algunas de las más comunes en los seguros de coche, y aunque no son las más populares entre los conductores a la hora de interesarse por ellas, si son cien por cien útiles y con precios muy asequibles que las convierten en una opción muy a tener en cuenta cuando estamos buscando asegurar nuestro coche con unas buenas garantías y a un precio competitivo.
Este tipo de coberturas tienen un valor de carácter más administrativo que otras garantías como el seguro a todo riesgo, el robo e incendio o incluso la reparación de lunas y asistencia en carretera, que están orientadas a la reparación e indemnización por daños materiales.
El principal objetivo la cobertura de reclamación de daños es el de contar con un equipo de abogados pertenecientes a la aseguradora que será en encargado de realizar todos los trámites pertinentes que pueda necesitar el conductor de un vehículo que se haya podido ver envuelto en un accidente, y que como consecuencia del mismo, entienda que puede estar en su derecho de recibir una indemnización que repare su pérdida material o pueda resarcir sus lesiones físicas o psíquicas.
Se trata de una labor de representación legal que es de vital importancia cuando hablamos de seguros, pues dado que habitualmente las pólizas incorporan también la defensa jurídica del conductor y en el caso de una culpabilidad el conductor responsable del accidente sería defendido por abogados especialistas, será necesario contar con la reclamación de una póliza con esta cobertura que incorpore el asesoramiento adecuado para poder conseguir el máximo de indemnización posible.
Por otro lado, la defensa jurídica es una garantía que actúa de forma contraria a la reclamación de daños, es decir, se trata de una cobertura que te garantiza tener a tu disposición un equipo de abogados que defenderán tus intereses en caso de que hayas sido responsable de un accidente de tráfico.
Se podría decir, por lo tanto, que funciona como las dos caras de una misma moneda, unas garantías imprescindibles a la hora de combinar con la responsabilidad civil que es de por si obligatoria.
Entramado legal
El mundo de los seguros es un espacio que parece muy sencillo a la hora de contratar una póliza siempre y cuando no tengas ninguna complicación y no necesites dar ningún parte, pero llegado ese desagradable momento en el que tu coche ha sufrido algún percance o un accidente te obliga a recurrir al seguro, se convierte en complicado entramado legal en el que conviene verse bien asesorado.
Es en este punto cuando entran en juego estas dos coberturas: la defensa jurídica y la reclamación de daños, ya que la diferencia entre conocer o no la jurisprudencia anterior que envuelve a un caso, las pruebas que son válidas para un proceso judicial o las cuantías de indemnizaciones previas pueden suponer que al final tengamos que pagar grandes cantidades de dinero o, por el contrario, recibamos las indemnizaciones propias de un suceso.