El líquido de frenos es un componente vital para el buen funcionamiento del sistema de frenado de los vehículos y, en este caso, de los coches.
Es por eso que hay que conocer como realizar su mantenimiento, y cada cuánto cambiarlo. Te
explicamos a lo largo de este post qué hay que tener en cuenta. No dejes de
leerlo porque seguro que te va a resultar muy interesante.
¿Cómo funcionan
los frenos?
Se trata de aplicar directamente el principio físico de la fuerza hidráulica.
Así, una pequeña cantidad de fuerza, la que haces cuando accionas el freno, se traduce en una de muy grande.
Esta fuerza va desde el pedal hasta el sistema de pinzas del
tren de rodaje, que forma parte de los frenos de disco.
Cuando
cambiar el líquido de frenos del coche
Normalmente tendrás que hacer un cambio de líquido de frenos de acuerdo con las
indicaciones del fabricante de tu
vehículo.
En la documentación del coche vendrá especificado cuáles son las revisiones a hacer y, en este sentido, recomendará la frecuencia de los cambios.
El mecánico de tu concesionario de confianza también puede
recomendarte cambiar el líquido de frenos cada
35.000 o 40.000 kilómetros.
En el supuesto de que no hagas largos recorridos, sería
interesante cambiar este componente de los frenos cada dos años.
Sin embargo, tienes que estar emitiendo a ciertos comportamientos de tu coche
que pueden ser una advertencia si cosa no funciona bien al 100%.
Indicativos
de un posible cambio de líquido de frenos
El pedal de freno tiene un tacto diferente al accionarlo. Esto
puede pasar a causa de humedades dentro del circuito hidráulico donde se
encuentra el líquido de frenos. Este es uno de los primeros síntomas que debes
tener en cuenta en tu coche
Tienes que saber que las características físicas de este
componente del sistema de frenada lo hacen muy sensible a la humedad.
Otra cosa que puedes notar es una
reacción más lenta en el frenazo. También sería un motivo de revisión el
hecho que la reacción del coche al frenar se ha vuelto algo más lenta.
Más cosas que incluso seguro que te han pasado. Como por ejemplo, ruidos extraños cuando accionas el
pedal del freno. Si notas que el freno hace más ruidos puede ser por la
necesidad de un cambio de líquido.
Por último, el testigo luminoso en el
cuadro de control de tu vehículo. Efectivamente, esta señal luminosa, muy
visible cuando conduces, te indicará que tienes que posarte en manos de tu
mecánico. Es vital que el sistema de frenazo esté en perfectas condiciones.
El líquido de frenos y su origen
Ya en 1902 en Louis
Renault inventó los frenos de tambor, que inicialmente no actuaban con
líquido de frenos.
Pero hacia los años veinte ya se empezaron a sustituir los sistemas mecánicos de los frenos de tambor por los hidráulicos, mejorando su fuerza y efectividad.
Posteriormente, los adelantos tecnológicos de los vehículos, aplicados a los sistemas de frenada, propiciaron la aparición de los frenos de disco. Este sistema dota a los vehículos de frenos de disco hidráulicos eficientes y muy seguros.
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