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¿Qué sería actualmente un coche sin aire acondicionado? Lo primero que se nos ocurre es que tendría muy poca venta, ¿verdad?
Es uno de los dispositivos que mayor comodidad ofrece a sus ocupantes.
Pero también hay una buena razón para llevar el aire acondicionado. Es el de la seguridad.
Sí. Está demostrado que con una temperatura adecuada en el interior del habitáculo se reduce el número de accidentes.
Los errores humanos en la conducción aumentan en un 20 por ciento si la temperatura del coche es superior a 30 grados.
También es cierto que el aire acondicionado ha ayudado a descongestionar las carreteras porque se puede salir de viaje a cualquier hora sin temor al calor.
Antiguamente, los conductores siempre elegían salir de ruta de buena mañana o a últimas horas de la tarde.
De todas formas, hay que hacer un buen uso de él. Y en este post te vamos a dar algunos consejos para ello.
La tentación es muy grande. Entras al coche y está ardiendo y lo primero que haces es poner el ventilador a tope. Primer error.
El sistema requiere al principio poca velocidad.
Lo que hay que hacer es ventilar un poco el coche.
Para ello basta con bajar las ventanillas tanto del piloto como del copiloto y formar un efecto corriente.
Lo puedes hacer también mientras estás en marcha. Con tres o cuatro minutos te será suficiente.
Luego arranca el ventilador una vez la temperatura del habitáculo haya descendido. En un principio te saldrá caliente. Ve aumentando la velocidad de ventilador progresivamente.
Tampoco es necesario que conviertas tu coche en una especie de Polo Norte, que suele ser más habitual de lo que nos pensamos.
Según los expertos lo mejor es moverse en una temperatura que oscile entre los 22 y los 24 grados centígrados.
Decimos que oscile entre estas dos temperaturas porque no todas las mismas personas tienen la misma percepción del frío y del calor.
Si siempre mantienes el aparato del aire acondicionado en esta temperatura evitarás resfriados de verano imprevistos.
Además, si tienes una temperatura muy baja en el interior del coche y luego sales a la calle con 35 grados, el contraste tampoco es nada beneficioso para la salud.
Como cuando entras al coche tienes mucho calor lo que haces es dirigir las rejillas del aire acondicionado directamente a tu cuerpo, y más concretamente hacia tu cara. Es muy perjudicial.
No tan sólo porque puedes llegar a resfriarte sino porque de los conductos pueden surgir ciertas bacterias.
Has de tener en cuenta que el aire frío pesa más que el caliente y por lo tanto hay que dirigir el conducto central hacia arriba porque de esta manera el flujo va a correr por todos los rincones del habitáculo. Los conductos laterales los puedes dirigir hacia las ventanillas.
En los coches modernos puedes tener información sobre la humedad que reina en tu coche. Ésta siempre ha de estar entre el 40 y el 70 por ciento. En principio, si el sistema funciona correctamente y le has hecho la revisión pertinente, el índice de humedad ha de ser el correcto.
Si el sistema se te rompe por cualquier motivo su reparación no suele ser barata. Para ésta o cualquier otra reparación o contratiempo siempre es conveniente contar con un buen seguro de coche que nos "aligere" la carga económica. Hay muchos tipos de seguros y muchos tiempos de prestaciones. Una buena manera de conocerlos todos y saber cuál es el que te interesa es visitar un comparador de seguros y luego pedir más información en tu correduría de seguros.
Recuerda hacer un buen uso del aire acondicionado. Como te hemos dicho al principio de este post es un elemento que no tan sólo te proporciona mucha comodidad, sino que también aumenta la seguridad al volante puesto que si conduces por encima de los 30 grados el cuerpo humando se cansa más y hay más riesgo de accidente.
¿Cómo utilizas tu aire acondicionado? ¿Sigues los consejos que te acabamos de dar? No dudes en compartir este post entre tus familiares y amigos y haznos llegar tus opiniones.