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Tras conseguir el carnet de conducir, un joven que quiera tener su propio vehículo o simplemente conducir el vehículo de algún familiar, se enfrenta a varias decisiones que harán que, económicamente, conducir sea un gasto relativamente económico y fácil de asumir. Comprar un automóvil o elegir el primer seguro de automóvil son algunas de las decisiones que más pueden influir en la cantidad de la inversión inicial que un conductor novel tendrá que realizar.
Es por esta razón por la que es importante realizar un análisis, en primer lugar, del automóvil que el conductor novel va a adquirir, bien sea un vehículo nuevo o de segunda mano. Esta compra influirá, por un lado, en el coste de mantenimiento del vehículo o el consumo de combustible, y por otro lado en el precio que tendrá que pagar para asegurarlo, que por ser el primer seguro de coche puede ser incluso superior al coste del vehículo si este fuera de segunda mano.
En segundo lugar, la elección de un seguro apropiado y a un coste razonable debe ser el segundo campo de análisis, pues encontrar el perfecto equilibrio entre un buen precio unas coberturas adecuadas debe ser el objetivo a conseguir.
Como conductor novel, la mejor opción para comenzar a circular en la vida real y sin la asistencia de un profesor de autoescuela es la adquisición de un automóvil pequeño, ya que la maniobrabilidad de un automóvil de pequeñas dimensiones es sumamente más sencilla que la de un vehículo grande.
Además, que el coche esté equipado con un motor de baja cilindrada ayudará a que tenga un consumo menor en comparación con vehículos más grandes y a que la potencia del automóvil sea también inferior, lo que influirá en el precio del seguro.
Para comenzar a conducir y continuar aprendiendo las normas de circulación en la práctica es conveniente elegir un vehículo diésel, ya que además de que la mayoría de las autoescuelas utilizan estos coches para sus prácticas, un vehículo que utiliza gasoil como combustible es más suave en el arranque y más sencillo de arrancar en situaciones meteorológicas adversas o pendientes pronunciadas.
En cuanto a la elección de un coche nuevo o de segunda mano, las opiniones son muy diversas. Por un lado, algunos aseguran que un automóvil nuevo es más sencillo y suave de manejar además de que al tener sistemas de seguridad más avanzados puede ser más seguro que un coche de segunda mano, algo que en la mayoría de los casos es cierto.
En el lado opuesto, atendiendo a criterios económicos, otros aseguran que la inversión en la compra de un vehículo nuevo es sumamente más elevada que en el caso de un coche de segunda mano, teniendo en cuenta además que al ser un vehículo que dirigirá un conductor sin experiencia el riesgo de que sea deteriorado es muy alto.
Bajo estas dos opiniones lo que se deberá valorar es la inversión que se pretende realizar y el área por el que se circulará, pues en función de estas circunstancias se podrá realizar una u otra compra.
Al igual que la compra del primer vehículo, la adquisición del primer seguro de coche debe ser sometida a un análisis de los riesgos que estamos dispuestos a correr y del gasto económico que podemos realizar.
En el caso de que hubiéramos decidido adquirir un automóvil nuevo, la mejor opción para asegurarlo sería un todo riesgo, puesto que tras una importante inversión necesitamos tener la garantía de que el vehículo estará protegido. Pero ante todo es imprescindible tener claro que el coste de un seguro con estas coberturas será sumamente elevado teniendo en cuenta que el coche será nuevo y el conductor novel.
Si por el contrario elegimos la compra de un vehículo de segunda mano, la elección de un seguro a todo riesgo como el primer seguro de coche no sería la más acertada, ya que el elevado precio de la póliza no compensaría en comparación con el vehículo que poseemos.
En este caso la mejor opción sería un seguro a terceros básico, con el que nos ajustamos a la legislación actual, o un seguro a terceros con asistencia en carretera y seguro contra robo si habitualmente se circula por zonas desconocidas o lejanas al domicilio habitual.
última opción sería la que hoy en día es más habitual, que no es otra que la de incluir al conductor novel como segundo conductor de la póliza, siendo un conductor con más edad y experiencia como conductor que además tenga bonificaciones de seguros anteriores. De esta manera se puede reducir el precio considerablemente, ajustándose a la legalidad, y sin renunciar a las coberturas más completas.