Viajar en moto es un placer. Sobre todo cuando se recuperan las temperaturas. Hay miles de motoristas que salen a la carretera cada fin de semana para "quemar gasolina" y pasar un buen rato con los amigos.
Que salgas el fin de semana con tu moto no significa que no debas respetar todas y cada una de las señales de tráfico. Y no implica tampoco que no tengas en cuenta todos y cada uno de los puntos de la mecánica de tu motocicleta para que no tengas ningún percance.
En este post vamos a darte unos consejos muy sencillos para que siempre tengas en perfecto estado de revista la suspensión de tu moto. Por cierto, que si tienes un ciclomotor también debes prestar atención a este aspecto, aunque no salgas a la carretera y tus trayectos sean interurbanos.
Lo decimos porque las suspensiones tienen una función vital. No es otra que procurar el "agarre" de tu moto en el asfalto el máximo tiempo posible.
También condicionan la distancia de frenado. Una suspensión en mal estado y no hace falta que te digamos que las posibilidades de accidente se multiplican. Así que antes de iniciar cualquier trayecto siempre es bueno que mires cómo se encuentra la suspensión.
Vamos por partes. Primero hay que comprobar la suspensión delantera. Esto es muy sencillo de realizar. Tan solo debes realizar una inspección ocular para comprobar que no existan rastros de aceite en la horquilla delantera.
Si la observas, ponte en guardia. Algo está pasando. Puede haberse roto. Nosotros lo que te aconsejamos es que si ves este rastro de aceite no arranques tu moto y llévala inmediatamente a un taller.
Puede que no sea grave pero cuando hablamos de circular siempre es mejor prevenir que curar. En el peor de los casos te aconsejarás que cambies el amortiguador. Créenos, es dinero bien invertido.
En la rueda trasera hay que tener la precaución antes que nada de limpiar la rueda. Aquí se acumula más suciedad y si no la limpias te será más difícil ver si hay resto de aceite.
Una vez realizadas estas tareas lo que tienes que comprobar es si la horquilla se mueve con suavidad. Si hace trompicones, mejor acudir al taller. Esto sirve tanto para la rueda delantera como para la trasera.
Otra pista que te puede indicar si tienes algún problema con las suspensiones de tu moto es observar si el dibujo de tu rueda se desgasta a mayor velocidad. Los neumáticos no están trabajando correctamente y fuerzan las ruedas que tienen que hacer más presión sobre el asfalto.
Lo mejor es que hagas las revisiones periódicas que te ha indicado tu fabricante. Si las cumples será difícil que tengas problemas con la suspensión. Un taller especializado sabrá, prácticamente a simple vista, si necesitas cambiar algún amortiguador y circular con seguridad por la carretera.
Lo dicho. Podríamos afirmar sin riesgo a equivocarnos que las suspensiones de tu moto son igual de importantes que tener las ruedas en buen estado. Junto con ellas mantendrán el agarre de tu moto.
Para estar seguro en todo momento no dejes de contratar un seguro de moto o un seguro de ciclomotor. Te vendrá muy bien en caso de que tengas que llevar tu moto al taller. Estas pólizas también tienen, al igual que las de los coches, un servicio de asistencia en carretera. Si necesitas un seguro ponte en contacto con nosotros o bien visita nuestro comparador de seguros para hacerte una idea de las prestaciones y los precios de cada póliza.
En cualquier caso, no dejes de revisar si hay restos de aceite en las ruedas tanto delantera como trasera. Es la señal inequívoca de que hay un problema en la suspensión y que debes ir inmediatamente a un taller.
¿Eres de los que revisan con asiduidad las suspensiones de la moto? ¿Te han parecido útiles los consejos que te hemos dado en este post? ¿Añadirías alguno más? Comparte este artículo a través de tus redes sociales y haznos llegar tus comentarios.