¿Qué tanto por ciento de coches robados carecen de seguro? ¿Quién está detrás de los robos en España? Nosotros vamos a analizar este asunto en el siguiente post. ¿Nos acompañas?
Imagina levantarte por la mañana, salir de casa y descubrir que tu coche, tu furgoneta o tu moto ya no están donde lo aparcaste.
Pues bien. Esto es lo que le ocurre a 90 personas al día en España.
Entre 2019 y 2023, en nuestro país se robaron más de 150.000 vehículos.
Además, muchos de estos vehículos no están protegidos con un seguro de coche que cubra el robo.
Según el estudio elaborado por Línea Directa en colaboración con el Ministerio del Interior, el 22 por ciento de los coches sustraídos, el 37 por ciento de las furgonetas y un 82 por ciento de las motos robadas no contaban con una póliza que amparara este tipo de siniestro.
¿Qué significa esto? Que sus propietarios no recibirán indemnización alguna. Así que no dejes de incluir en tu seguro de coche una cobertura de robo.
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Aunque los datos de 2024 señalan un ligero incremento del 0,7 por ciento respecto a 2023 —con más de 33.061 robos de vehículos registrados—, lo cierto es que si miramos la evolución a largo plazo, hay motivos para cierto optimismo.
En los últimos 15 años, el número de sustracciones ha caído un 50 por ciento. ¿La razón? La tecnología aplicada a los automóviles y la creciente presión policial, que han actuado como freno para muchas bandas especializadas.
El punto más bajo de esta tendencia se registró en 2020, coincidiendo con la pandemia de la covid-19, cuando las restricciones de movilidad y el confinamiento generalizado hicieron que los robos descendieran por debajo de los 25.400 casos.
Esta es quizás la pregunta clave del estudio El robo de vehículos en España (2019-2023). A través del análisis de 2,5 millones de vehículos asegurados y con la colaboración de fuentes como Interpol, Policía Nacional y Guardia Civil, el informe traza un perfil claro: en la mayoría de los casos, no hablamos de delincuentes aislados, sino de redes bien organizadas.
Estas bandas criminales operan con métodos precisos. En algunos casos, exportan los vehículos robados a otros países, donde son revendidos.
En otros, los desguazan para comercializar sus piezas por internet. También se identifican robos para cometer otros delitos, como alunizajes, o incluso casos en los que el propio propietario finge el robo con el objetivo de cobrar una indemnización del seguro.
Muchos de estos robos financian actividades criminales más amplias, como el tráfico de drogas, armas o dinero, e incluso el terrorismo. Una estructura delictiva que va mucho más allá del acto puntual de sustraer un vehículo.
No todos los puntos del mapa español sufren por igual este problema.
Algunas provincias destacan por la alta incidencia de robos de vehículos. Sevilla, Madrid y Tarragona encabezan la lista negra de las zonas más afectadas.
En el extremo opuesto, las provincias de Lugo, Asturias y Orense se posicionan como las más seguras en este ámbito.
Este tipo de análisis geográfico no solo permite a las autoridades enfocar sus esfuerzos de forma más eficaz, sino que también sirve como advertencia para los conductores que viven o circulan por las zonas de mayor riesgo.
En definitiva, el robo de vehículos en España no es un simple delito. Detrás hay redes organizadas, intereses económicos y estructuras criminales que se aprovechan de cada descuido.