Actualmente la legislación española no obliga a los propietarios de una vivienda a tener un seguro de hogar contratado para aquel inmueble en el que reside aunque si puede resultar muy recomendable si se tiene en cuenta la gran cantidad de accidentes que se pueden producir dentro de una vivienda y el alto coste de reparación de los bienes que tenemos dentro de ella.
Además, el seguro anual de un hogar puede resultar muy económico dependiendo de las coberturas que se contraten, pudiendo oscilar habitualmente entre los 100 y los 300 euros para viviendas de en torno a 80 metros cuadrados.
Por consiguiente, los precios que barajamos son cantidades asequibles si lo comparamos con la reparación que puede suponer cualquier electrodoméstico del hogar, así como cualquier otro bien que usamos habitualmente como muebles, teléfonos, etc.
Por último, los seguros de hogar cubrirán también todos aquellos daños que una avería en nuestra vivienda pueda ocasionar a viviendas vecinas. Es decir, en el caso de una rotura de tuberías y la consiguiente inundación en pisos vecinos, sería el seguro el que se haría cargo de la reparación si finalmente fuéramos nosotros los responsables del siniestro.