Aunque el fraccionamiento del pago del seguro es una opción o facilidad que dan las compañías y en ningún caso es obligatorio, se puede se puede decir que sí, es posible el fraccionamiento del seguro.
No obstante, es importante tener en cuenta algunos detalles antes de solicitar el fraccionamiento de un pago, pues si bien es cierto que tiene una importante ventaja de facilitar económicamente el seguro al cliente, es cierto también que tiene algunos “peros”.
En primer lugar, el fraccionamiento del pago del seguro conlleva casi en todas las ocasiones un incremento en el precio final del seguro, que puede suponer entre el 10 y el 20 por ciento del precio final del seguro.
Por otro lado, debe quedar claro en todo momento que el seguro es anual, por lo que si se necesita un seguro para seis meses tendrá que contratarse un seguro para ese tiempo concreto. Por ello, no sería válido el fraccionamiento anual en dos partes y devolver el segundo recibo, pues la compañía aseguradora podría reclamar legalmente la cuantía del segundo recibo por impago.
En último lugar hay que entender que el fraccionamiento es una alternativa que ofrecen las aseguradoras a los clientes que ellos creen oportuno, por lo que si la aseguradora tiene datos de morosidad o antecedentes de impago por parte del cliente podrá negarse a fraccionar el seguro.
Además, algunas compañías establecen mínimos para poder fraccionar el pago del seguro, por lo que algunas pólizas muy económicas pueden quedar fuera de esta posibilidad.