Estados Unidos está pensando en prohibir los coches chinos y rusos porque teme que sus software y hardwares puedan ser unpeligro para la seguridad nacional.
Esto nos ha llevado a preguntarnos si los vehículos pueden convertirse en un arma de guerra.
Por supuesto, que en las siguientes líneas vamos a contestar a esta pregunta y tú podrás sacar tus conclusiones.
En la segunda parte de este post analizaremos los riesgos que estas nuevas tecnologías
suponen para las aseguradoras.
Los coches están equipados con sistemas inteligentes que nos facilitan la vida: conexión a internet, asistentes de conducción, e incluso herramientas de entretenimiento.
Pero, ¿por qué Estados Unidos considera que pueden ser un peligro? Hemos elaborado esta lista:
Un coche inteligente es, en muchos aspectos, parecido a un teléfono o una computadora en términos de conectividad.
Así como existe el riesgo de que alguien intente acceder a
tu cuenta en redes sociales, también hay posibilidades de que alguien intente controlar el sistema de tu
coche o recopilar información desde él.
Privacidad
Los vehículos modernos recopilan gran
cantidad de información sobre los conductores, desde rutas más frecuentes
hasta datos sobre su manera de conducir.
Aunque esta información se utiliza principalmente para mejorar la experiencia del usuario, existe el riesgo de que termine en manos equivocadas.
En países con leyes de privacidad diferentes, algunos fabricantes podrían no aplicar las mismas medidas de seguridad para proteger estos datos, exponiendo a los conductores de otros países a riesgos de privacidad.
Dependencia tecnológica
Otro aspecto que preocupa a los países que importan estos
vehículos es la dependencia tecnológica.
Si un país se vuelve muy dependiente de la tecnología
automotriz de otro, queda vulnerable a
decisiones tomadas en el extranjero.
Por ejemplo, si el país de origen del vehículo decide cortar
el soporte o dejar de ofrecer actualizaciones, el usuario podría quedar con un coche menos seguro o que, en el peor de
los casos, ya no funcione correctamente.
Vamos ya a la segunda parte de este post.
Porque los seguros, a sus actuales coberturas, deberán añadir lo que podríamos llamar coberturas digitales.
Riesgos de hackeo
Si un coche es vulnerable a ataques cibernéticos, las aseguradoras deberían considerar los cotes de esta protección. Y esto puede impactar el precio de las pólizas.
Por ejemplo, si un coche es hackeado, la aseguradora podría tener que cubrir los daños o ayudar al usuario a recuperar el acceso.
Los seguros de coche ahora necesitan incluir coberturas para incidentes de este tipo, lo que representa un desafío y un coste adicional para las compañías.
Si ocurre una fuga de datos de un vehículo, las aseguradoras
pueden verse involucradas en problemas de privacidad y en compensaciones al conductor afectado.
Esto obliga a las aseguradoras a verificar si las marcas y
modelos que aseguran cumplen con
estándares mínimos de privacidad y seguridad de datos.
Además, no estaría de más que las aseguradoras analizaran las políticas de los fabricantes para asegurarse de que los datos personales de los conductores estén protegidos antes de ofrecer cobertura.
Dependencia tecnológica
En países que dependen de vehículos importados, las aseguradoras deben
preguntarse: ¿Qué ocurre si en algún momento el fabricante deja de ofrecer
soporte o actualizaciones de seguridad?
Las aseguradoras podrían decidir ajustar sus precios o incluso limitar la cobertura en vehículos que presenten este riesgo, ya que la falta de actualizaciones podría hacer que estos coches sean menos seguros con el tiempo.
Antes de comprar un coche, investiga si
tiene antecedentes de vulnerabilidades cibernéticas o de problemas de
privacidad.
Asegúrate de que tu póliza incluya protección contra ataques cibernéticos, especialmente si conduces un coche con conectividad avanzada.
Al igual que con cualquier dispositivo conectado, es importante que sigas las recomendaciones de seguridad
También es importante que realices las actualizaciones de software que los fabricantes te recomienden y estate atento a cualquier noticia o alerta de seguridad relacionada con tu modelo de coche.
En definitiva, los coches conectados nos ofrecen comodidad y seguridad, pero también traen riesgos en términos de ciberseguridad, privacidad y dependencia tecnológica.
Estos peligros afectan tanto a los conductores individuales como a las aseguradoras, que deben adaptarse a esta nueva realidad.
Estar bien informado y ser consciente de estos riesgos permite a los conductores tomar mejores decisiones y asegurarse de que sus seguros realmente los protejan en un mundo donde el volante también está en manos de la tecnología.