¿Cuántos coches se abandonan en España al año? ¿Qué medidas para retirar esos vehículos ha tomado la DGT? Te contestamos a estas dos preguntas en este post.
El problema de los vehículos abandonados o "vehículos okupa" empieza a ser más que preocupante.
Según la Dirección General de Tráfico cada año se abandonan
ni más ni menos que 50.000 en vías públicas.
Pero eso no es todo.
Otros 6.000 se
abandonan en talleres, depósito y aparcamientos públicos y se calcula que
hay otros 20.000 olvidados en aparcamientos
de centros comerciales, urbanizaciones privadas, garajes privados, comunidades
de vecinos, aparcamientos de hoteles, aeropuertos, hospitales, etc.
Todo un problema, como se puede apreciar. ¿Qué se puede hacer?
Con toda esta cantidad de abandonos, la Dirección General de Tráfico y el Ministerio del Interior han tomado cartas en el asunto. Y han simplificado los trámites.
Hasta ahora, el más perjudicado por estos abandonos eran lo propios vecinos. Por ejemplo, si un coche quedaba abandonado en una urbanización o en el garaje de una comunidad de vecinos, eran los propios vecinos que tenían que acudir a un juez para que diese su permiso para retirar el coche.
No se podía avisar a una grúa privada porque entonces se consideraría
que los vecinos afectados estaban
apoderándose de un bien que no es suyo.
Hace ya algunos años que se solución el tema de los coches que quedaban abandonados en talleres mecánicos. Un auténtico incordio para estos trabajadores que veían que no podían hacer nada ante la actitud de los dueños de no recoger el coche y restando espacio necesario para desarrollar su actividad.
Ante todo esto no cabía otra cosa que cambiar la instrucción, que es lo que acaba de hacer la Dirección General de Tráfico para gestionar la destrucción y descontaminación de los abandonados en vías públicas y ha ampliado los supuestos a otros, como el abandono en recintos privados, que no estaba contemplado.
La DGT ha establecido nuevas normas más ágiles para que los coches que estén abandonados puedan ser llevados de manera inmediata a un centro autorizado de tratamientos de vehículos. Aquí se desguazan y se descontaminan.
El proceso es mucho más ágil porque el vecino debe avisar a la Administración y ésta se hacer cargo del traslado hasta este centro.
No cabe ninguna duda que mantener coches abandonados en determinado recintos también constituye un grave daño para el medio ambiente y para la salud de los vecinos.
Así, la propia Administración puede ser la que "a través de sus agentes, proceda a la adopción de la medida (inmovilización o retirada y depósito)" o la que "por ubicación del vehículo –vía urbana o interurbana– era competente para actuar sobre el vehículo", y la jefatura provincial de Tráfico en el caso de que el vehículo haya sido recogido "como consecuencia de avería o accidente" en un recinto privado y su titular "no lo hubiese retirado en el plazo de dos meses".
Eso sí. La Administración está obligada a intentar contactar con el dueño del vehículo para advertirle que si no lo mueve en el plazo que hemos dicho de dos meses será retirado y destruido.
De lo que se trata es que los vecinos, sobre todo de recintos privados, no tengan que soportar la carga de los coches abandonados.
Detrás de todos estos abandonos subyace el hecho de que el
parque móvil de España es el más
envejecido de Europa. La media de edad sobrepasa con mucho los 13 años.
Los conductores, ante la dificultad de comprar un coche nuevo, lo mantienen hasta que las reparaciones o el mantenimiento necesario superar el valor del coche.
Antes de invertir dinero en un taller, lo dejan abandonado sin pensar en las consecuencias de salud y medioambiental que ello puede acarrear.
Desgraciadamente, son muchos los coches que continúan circulando sin haber pasado la Inspección Técnica de Vehículos.
Son auténticas bombas de relojería para la circulación porque nadie ha garantizado que estén en condiciones adecuadas para ser conducidos. Son los llamados "coches zombie" que, por cierto, también carecen del seguro de responsabilidad civil obligatorio en España.