¿Son realmente seguros los pasos de peatones? ¿Cuántas víctimas se producen en estos lugares? ¿Cuáles son los grupos de edad más vulnerables y qué soluciones pueden existir?
Todo esto es lo que vamos a ver en este nuevo post de Seguro Joven. Es cierto que pasamos por un paso de peatones y creemos que lo estamos haciendo de manera segura y, desgraciadamente, no es así.
Vamos a ver algunas cifras que, seguro, te van a sorprender. Por supuesto, que también vamos a ver qué soluciones pueden existir.
Te va a resultar un post muy interesante. Así que no dejes de leerlo hasta el final.
Los atropellos en pasos de peatones siguen siendo una de las tragedias silenciosas más alarmantes en nuestras ciudades.
Según Datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT, entre 2014 y 2023 fallecieron 1.047 personas atropelladas en pasos de cebra, lo que representa cerca de un tercio del total de muertes por atropello en España.
A esto se suman más de 8.300 heridos graves, muchos de ellos con secuelas irreversibles.
Este tipo de siniestros se produce mayoritariamente en zonas urbanas, donde se concentra el 87 por ciento de los fallecimientos.
Y lo más preocupante es que en casi el 87 por ciento de los casos mortales, el peatón no estaba cometiendo ninguna infracción: cruzaba correctamente por el paso habilitado.
Entre las causas más frecuentes destaca el exceso de velocidad, un enemigo constante en la movilidad urbana.
Pero hay otro factor que no podemos pasar por alto: las distracciones al volante.
Este elemento, las distracciones, está presente en una de cada cinco víctimas en ciudad y en casi la mitad de los atropellos que suceden en vías interurbanas.
Y eso sin contar la falta de visibilidad, una variable que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Otro dato revelador es que los peatones mayores de 65 años son especialmente vulnerables.
Siete de cada diez personas fallecidas en pasos de peatones pertenecen a este grupo de edad.
Hablamos de personas con reflejos más lentos, menor movilidad y, en muchos casos, con dificultades visuales o auditivas.
Desde mayo de 2021 está en vigor la normativa que limita la velocidad a 30 km/h en vías urbanas de un solo carril por sentido.
Una medida que, lejos de ser anecdótica, ya ha dado sus frutos. En los tres primeros años de su aplicación, los atropellos mortales en ciudad han disminuido un 16 por ciento.
La lógica es sencilla pero contundente: a menor velocidad, mayor capacidad de reacción y menor gravedad en caso de impacto.
No es lo mismo ser atropellado a 50 km/h —donde la probabilidad de fallecer ronda el 80 por ciento— que a 30 km/h, donde esa probabilidad se reduce drásticamente.
Esta iniciativa forma parte del modelo de "ciudades 30", que busca un tráfico más calmado, más seguro y, sobre todo, más humano.
Uno de los aspectos que más preocupa a la Dirección General de Tráfico es la visibilidad en los pasos de peatones.
A menudo, el mobiliario urbano o los vehículos mal estacionados dificultan la visión tanto para peatones como para conductores.
Por ahora, las recomendaciones sobre despejar estas zonas son orientativas, pero pronto formarán parte del nuevo reglamento general de circulación.
Mientras tanto, las intervenciones en puntos negros siguen siendo una prioridad. Aunque los atropellos en vías interurbanas representan solo el 13 por ciento del total, la velocidad más alta hace que el índice de mortalidad sea mucho mayor.
Y las distracciones, aquí, juegan un papel aún más letal: están presentes en el 42 por ciento de estos casos.
La DGT, en colaboración con los responsables de las vías, está implementando diversas soluciones en áreas de riesgo como polígonos industriales, paradas de autobús o zonas próximas a núcleos urbanos.
Algunas de estas medidas incluyen el estrechamiento de la calzada, semáforos con pulsadores que activan señales luminosas y refugios centrales con bordillos para dar mayor seguridad al peatón.
Gracias a este tipo de intervenciones, se estima que la siniestralidad podría reducirse hasta un 25 por ciento en estas localizaciones.
Si has llegado hasta aquí, ya sabes que los atropellos en pasos de peatones no son inevitables.
La mayoría podrían evitarse con medidas de control de velocidad, más atención al volante y una mejor planificación urbana.
Como ves, no se trata solo de cifras: detrás de cada número hay una vida truncada, una familia rota.