¿Son las infraestructuras un elemento clave para reducir la siniestralidad en las carreteras españolas? ¿Qué inversión se necesita y cuáles serian sus efectos? Vamos a contestar estas preguntas en este post.
Vamos a empezar este post con unas cifras para ilustrar la importancia que tienen las infraestructuras en el complejo mundo de la seguridad vial.
Con una inversión de 730
millones de euros en las carreteras convencionales se podrían evitar ni más ni menos que 69 muertes y más de 200
heridos.
Con cifras que hemos sacado de SEOPAN, la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras y de AEC, Asociación Española de la Carretera en un informe elaborado por ambas entidades.
Es cierto que las administraciones están realizando un gran esfuerzo para reducir la siniestralidad y que, de hecho, se ha conseguido.
El carnet por puntos ha sido una muy buena idea como también lo han sido las innumerables campañas de concienciación para mejorar los hábitos de los conductores.
El único "pero" se lo podemos poner al envejecimiento del parque automovilístico español, el más viejo de toda Europa.
Este envejecimiento impide que un gran número de los vehículos que circulan por las carreteras españolas no dispongan de sistemas inteligentes ADAS, sistemas de seguridad que avisan de los peligros y evitan muchos siniestros. Son sistemas que ya están siendo obligatorios en os coches de nueva matriculación.
Aún todo esto, el factor humano sigue siendo importante. Lo es, en estos momentos, evitar que los conductores utilicen el móvil mientras conducen. El móvil se ha erigido en una de las principales causas de accidente.
El dinero que se invierta en carreteras ha de ir destinado a crear carreteras con márgenes más seguros.
Esto es así porque está más que demostrado según el informe
de SEOPAN y AEC que el 40 por ciento de
los accidentes tienen como origen la salida de la vía.
Otro gran impulso a la seguridad sería la creación de lo que se llaman carreteras 2+1, es decir, carreteras que están separadas por una mediana y que evitarían colisiones frontales. Estas carreteras también se deberían colocar en las ciudades.
Seguimos con datos que ha ofrecido en su informe SEOPAN. Con datos de 2009 a 2017, este organismo ha observado que las inversiones en carretera, en el conjunto de las administraciones, ha caído un 33 y un 77 por ciento respectivamente.
Otro dato que preocupa es que la media de vida de una infraestructura es de 20 años con lo que es poco probable que tenga la tecnología más moderna en seguridad vial.
No tan sólo se trata de crear nuevas infraestructuras más modernas, sino de mantener las ya existentes con una mayor periodicidad que hasta ahora.
Según SEOPAN, "invertir en carreteras es invertir en sostenibilidad, desarrollo y seguridad, pero también hay que valorar que reducirá, a largo plazo, la siniestralidad y la pérdida de vidas humanas".
Ya en 2020, SEOPAN indicó que se necesitan 157.000 millones de euros en infraestructuras hasta el año 2030. Esta cifra serviría para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que han sido marcados por las Naciones Unidas.
Otro dato interesante es que esta cifra para la construcción
y mantenimiento de carreteras más seguras serviría para la reactivación de la economía e incluso podría llegar a crear más de dos millones de puestos de
trabajo.
En la ejecución de estas obras se debería prestar atención a tres aspectos básicamente:
· La movilidad, o mejor dicho, la nueva movilidad, con la incorporación cada vez más masiva de los vehículos de movilidad personal, en especial bicicletas y patinetes.
· Bienestar ciudadano, con especial atención a los colectivos más vulnerable. Personas mayores con escasas movilidad, peatones y ciclistas, que son los que más sufren las consecuencias de los percances de tráfico.
· Desarrollo sostenible, porque cualquier inversión que se realice en un determinado contexto y lugar ha de procurar conservar el medio ambiente y el territorio.
· Otro dato a estudiar debería ser el fomento y la inversión en transporte público en aras a conseguir la tan deseada nueva movilidad que significa, entre otras cosas, reducir la contaminación ambiental y acústica.
En definitiva. Que determinados grupos consideran necesario que se haga una fuerte inversión en carreteras y todo tipo de infraestructuras que conseguiría reducir el número de siniestros.
Otro dato que hay que tener en cuenta es que estas inversiones supondrían una inyección para la economía española y la creación de muchos puestos de trabajo.
Lamentablemente, las inversiones en carretera se han reducido de manera considerable en los últimos años.