¿Falta convivencia en las calles de nuestras ciudades y en nuestras carreteras? ¿Cómo nos comportamos? ¿Respetamos a los demás? Te informamos del último estudio.
Aunque pueda parecer a estas alturas extraño, nos falta mucho respeto con los demás a la hora de circular.
Y no nos estamos refiriendo sólo a los conductores de vehículos
a motor. También existe falta de respeto
entre los peatones, los usuarios de bicicletas o patinetes eléctricos.
A todos los que participamos en la circulación viaria nos deberían dar formación para que la convivencia fuera mejor.
Estas son algunas de las conclusiones que hemos extrapolado del estudio que ha presentado la Fundación Vinci Autoroute bajo el título "Compartir la carretera" y que destaca la falta de convivencia y respeto entre los diferentes usuarios.
Cabe resaltar que este estudio contempla una amplia muestra
de encuestados con lo que le da mucha credibilidad. En concreto se ha realizado
después de entrevistas a 12.400 personas
en 10 países europeos.
Los datos de un país a otro no difieren en prácticamente nada y demuestra que es muy necesario y urgente concienciar a los ciudadanos del Viejo Continente sobre el respeto a las normas, a los demás usuarios de las calles y de la carretera.
Vamos ya con algunas cifras del estudio. Los autores los han dividido en varios apartados que son:
El 93 por ciento de las personas que han sido encuestadas en este estudio indican que tienen miedo ante el comportamiento de otras personas, comportamiento que consideran muy arriesgado.
Los que más desconfianza tienen respecto al comportamiento de otros son, como no podía ser de otra manera, los peatones.
El temor se acrecienta sobremanera cuando se trata de cruzar un paso de cebra. Pero, en general, el temor por lo que puedan hacer los conductores de vehículos motorizados es alto.
Sorprende pero es cierto, a tenor de esta encueta. Ni más ni menos que el 69 por ciento de los ciclistas circulan por las aceras. Esto es un auténtico peligro.
De hecho, siguiendo con la encuesta y con este apartado, el 70 por ciento de los peatones españoles dice que ha sido rozado por bicicletas.
En esta apartado también incluimos a los patinetes que, a medida que se van popularizando, van siendo protagonistas de más accidentes.
Más cosas. El 25 por ciento de los conductores y el 48 por ciento de los motoristas invaden carriles bici, aumentando los riesgos para los ciclistas.
Como se puede comprobar, todos los colectivos incumplen alguna norma y ponen en peligro al resto.
Es una buena prueba de que todavía es necesaria mucha formación y mucha concienciación. No son pocas las voces que aconsejan que la seguridad vial debería ser una asignatura impartida en los colegios.
El tercer punto que ha nombrado esta Fundación es el de las infracciones y la falta de respeto generalizado.
¿A qué se refiere este punto?
Se refiere al hecho que vas desde no obedecer a los semáforos –algo que afecta prácticamente al cien por cien de la población- hasta ocupar indebidamente espacios reservados.
El 71 por ciento de los peatones españoles no obedecen a los
semáforos. Y otro dato muy preocupante es que el 85 por ciento cruza fuera de los pasos protegidos.
Estas prácticas son sumamente peligrosas, sobre todo cuando estamos hablando de colectivos vulnerables, como los niños o las personas mayores.
Este estudio también ha reservado un apartado para hablar de infraestructuras. En general se echan de menos infraestructuras que garanticen la seguridad y la convivencia.
Han sido muchos años dándole protagonismo al coche en
detrimento de los peatones y se necesita
mucho tiempo para revertir esta situación.
Es cierto que algo se está avanzado con la construcción de carriles bici, por donde podrán circular usuarios de patinetes y bicicletas separados de los vehículos a motor. Mientras, el carril bici también puede proteger a los peatones que circulan por la acera.
Una de las conclusiones de este informe es que aquellos ciudadanos que alternan para sus
desplazamientos varios medios de transporte son más respetuosos.
Desde luego que esta tarea de todos llegar a la convivencia tanto en las calles de nuestras ciudades como en las carreteras.
Aunque se han tomado muchas iniciativas parece que son insuficientes y que habrá que ahondar en ellas por el bien
de todos, empezando por la formación en las escuelas.