La cifra, desde luego, que llama la atención. 6.000 persones pueden perder la vida en
siniestros viarios durante los próximos diez años como consecuencia de una iluminación deficiente.
Es la conclusión más destacada de un informe que han
elaborado la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL) y LUMILEDS,
empresa responsable de la fabricación y comercialización de productos PHILIPS para automoción.
A lo largo de las siguientes líneas vamos a ir desgranando otros puntos de este informe.
Empezamos ya con las cifras y lo hacemos indicando que casi el 40 por ciento de los accidentes de tráfico se producen por culpa de una iluminación deficiente o visibilidad limitada. En concreto estamos hablando DEL 36, 6 por ciento.
Entre estos, destacan los que tienen lugar en vías con iluminación artificial, que suman el 16 por ciento. Otro 12 por ciento se producen cuando no hay ni luz artificial ni luz natural y otro 10 está ligado con condiciones climatológicas adversas.
Los accidentes están aumentando en dos casos. En primer lugar porque no se utiliza el alumbrado reglamentario y en segundo porque se circula sin luz o deslumbrando.
Si no se utiliza la iluminación reglamentaria la gravedad de
los accidentes de tráfico es mucho mayor. Mucho
mayor que incluso cuando se circula con meteorología adversa.
El estudio también indica que se producen más accidentes en las vías urbanas. En estas tienen lugar casi un 64 por ciento de accidentes mientras que en las interurbanas hay que lamentar un poco más del 36 por ciento.
Si vamos más al detalle vemos que en las vías urbanas, por iluminación artificial, tienen lugar el 82 por ciento de los siniestros viarios; a las condiciones atmosféricas otro 82 por ciento y por infracción del alumbrado hablamos del 73 por ciento.
En las vías
interurbanas, conducir sin iluminación es la mayor causa de siniestralidad.
El mayor índice de mortalidad tiene lugar en carreteras convencionales de calzada única. Las causas son, en primer lugar, la visibilidad restringida; le sigue el uso de un alumbrado no reglamentario y por último el circular sin luz o bien deslumbrando.
Por supuesto que el tipo de vehículo también tiene mucho que ver. Así, es llamativo que los vehículos que más están implicados en estos accidentes son los patinetes y las bicicletas.
El motivo, en ambos vehículos, es que no se está usando el alumbrado reglamentario; en segundo lugar está la infracción del alumbrado.
Los turismos están muy implicados en siniestros con visibilidad restringida, alcanzado casi el 84 por ciento y baja mucho este porcentaje por meteorología adversa.
En cambio, en los ciclomotores, las condiciones atmosféricas se sitúan en primer lugar en el ranking de accidentes
Por iluminación deficiente, los peatones son los más
afectados. El 40 por ciento de los fallecidos con visibilidad restringida son peatones. También uno de cada tres
fallecidos con iluminación artificial y una de cada cuatro con meteorología
adversa.
Los conductores más jóvenes están más presentes en la mayoría de los accidentes relacionados con visibilidad reducida debido a la falta de iluminación.
La proporción de hombres involucrados supera el 75 por ciento, alcanzando casi el 77 por ciento en los incidentes donde se comete una infracción relacionada con el alumbrado, como circular sin luces o deslumbrar.
En cuanto a las edades, el grupo de conductores menores de 25 años representa el 58 por ciento de los casos de accidentes con visibilidad limitada por iluminación deficiente.
Los ciclomotores y las motocicletas son los vehículos más afectados en accidentes con condiciones de visibilidad reducida debido a la iluminación insuficiente.
Esto es especialmente evidente en situaciones con iluminación artificial (27 por ciento) y condiciones meteorológicas adversas (37 pro ciento).
Además, cabe señalar que la antigüedad promedio de los vehículos involucrados en este tipo de accidentes es mayor que la de los vehículos implicados en otros tipos de siniestros, con un promedio de 10,45 años.
Es importante destacar que son los vehículos más antiguos los que presentan una mayor incidencia en accidentes por no utilizar la iluminación reglamentaria, con una edad promedio de 12,57 años.
Esta situación podría
agravarse en los próximos años debido al envejecimiento progresivo del parque automovilístico.
Con todos estos datos se deben adoptar decisiones y medidas para que la letalidad en los accidentes de tráfico por culpa de una iluminación deficiente se pueda ir resolviendo.