¿Cómo afecta la elevada concentración de conductores foráneos a nuestras carreteras y a la seguridad vial? Lo vemos en este post.
El turismo por carretera representa una porción significativa del total de visitantes que recibe España cada año.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), algo más del 15 % de los turistas —14,2 millones— acceden al país a través de nuestras carreteras.
A este grupo hay que sumar a los viajeros que, aunque ingresan por otros medios, optan por alquilar un vehículo durante su estancia.
En este contexto, resulta relevante destacar que 1.134 conductores no residentes en España estuvieron involucrados en siniestros viales con víctimas durante el último periodo registrado (excluyendo el País Vasco y Cataluña).
Esta cifra equivale al 2,6 % del total de conductores implicados en accidentes con víctimas en el país, lo que revela un impacto no despreciable de los visitantes extranjeros en la siniestralidad vial.
El año 2015 marcó un antes y un después en lo que respecta a las infracciones cometidas por conductores europeos.
La Directiva 2015/413/UE, incorporada al ordenamiento jurídico español mediante la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, permitió a los Estados miembros de la Unión Europea acceder a los registros de vehículos del resto de países miembros.
Esta medida posibilita identificar y localizar a los infractores mediante la matrícula del vehículo.
Gracias a esta interconexión entre países, la Dirección General de Tráfico (DGT) pudo notificar en 2024 un total de 190.188 sanciones a conductores procedentes de otros países europeos, sin incluir los datos del País Vasco ni de Cataluña.
Los ciudadanos franceses, portugueses y alemanes fueron los principales destinatarios de estas notificaciones.
La inmensa mayoría de las sanciones —prácticamente el 100 %— corresponden a excesos de velocidad captados por radares.
El número de multas notificadas a ciudadanos europeos en 2024 más que duplica el registrado una década atrás.
Esta evolución puede atribuirse tanto al aumento del turismo como al incremento en el número de desplazamientos y dispositivos de control como los radares.
No obstante, no todas las sanciones se traducen en ingresos para la administración.
Según Conchita Guerrero, subdirectora adjunta de Recursos de la DGT, "el año pasado la DGT cobró el 56 % de esas multas. No es mala cifra, aunque hay países donde se pagan casi todas y otros donde el porcentaje, quizá por una cuestión cultural, es mucho más bajo".
La subdirectora también apunta a un cambio relevante con la próxima implementación de una nueva directiva que podría mejorar este panorama.
La situación cambia radicalmente cuando se trata de turistas que provienen de fuera de la Unión Europea.
Al no existir acceso a los registros de vehículos de estos países, la única manera de sancionarles eficazmente es detenerlos en el momento de la infracción.
En los casos en los que la infracción es detectada por radar, la imposibilidad de identificar la matrícula impide cualquier tipo de notificación o cobro posterior.
Como advierte Guerrero: "Por eso es importante que sigamos alcanzando acuerdos bilaterales de colaboración en materia de interconexión de datos".
Los accidentes provocados por vehículos con matrícula extranjera también están en aumento.
La gestión de estos casos recae en la Oficina Nacional Española del Certificado Internacional de Seguro (OFESAUTO), organismo que ha registrado un notable incremento de reclamaciones en los últimos años.
En 2024, se alcanzó un récord con 15.772 expedientes abiertos, lo que supone triplicar la cifra registrada una década antes.
Alejandro Arango, director de Operaciones de OFESAUTO, señala que "los motivos de dicho incremento tienen que ver con el aumento del tráfico rodado en España: 2024 ha marcado un hito en cuanto a la movilidad, con 462.888.133 desplazamientos por vías interurbanas".
Gestionar este tipo de siniestros no es tarea sencilla. En muchos casos, faltan pruebas esenciales como el atestado policial o una declaración amistosa.
También es frecuente que la matrícula del vehículo extranjero no se haya registrado correctamente, o que no se conozca la marca del coche.
Aun así, el 64 % de las consultas logra culminar con éxito, localizando al asegurador extranjero o identificando la nacionalidad del vehículo. En los casos restantes, la falta de documentación impide cualquier avance.
Arango lanza una recomendación esencial para todos los conductores nacionales que sufran un accidente con un vehículo extranjero: "En estos tiempos donde todo el mundo lleva un móvil con cámara, recomendamos hacer fotografías del vehículo extranjero causante del siniestro donde se vea correctamente su matrícula".
El turismo en carretera, lejos de ser un fenómeno menor, se ha convertido en un factor relevante para la movilidad, el tráfico y la seguridad vial en España.
La entrada masiva de vehículos extranjeros plantea importantes desafíos tanto a nivel normativo como operativo.
Por eso, resulta imprescindible seguir avanzando en la cooperación internacional, el desarrollo de tecnologías de control y la concienciación de todos los actores implicados.