Este es un eterno debate. ¿A qué edad se debe dejar de conducir? ¿Qué señales ha de mostrar una persona de cierta edad para que se le retire el carnet?
A esto vamos a dedicar las siguientes líneas.
Lo cierto es que lo primero que hay que observar que es que la edad en la que una persona debe dejar de conducir varía considerablemente según su estado de salud y sus capacidades individuales.
Es lógico que no haya una respuesta única, pero existen ciertos indicadores que pueden ayudar a tomar esta decisión crucial.
Fundación Mapfre, en colaboración con el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, ha presentado el estudio "El proceso de cese de la conducción en personas mayores", que examina la seguridad de los conductores mayores de 65 años y cómo los distintos tipos de deterioro cognitivo pueden afectar su capacidad para conducir.
Todos, tarde o temprano, vamos a tener que dejar de conducir y este proceso puede ser, en determinadas ocasiones, traumático.
Una persona, tenga la edad que tenga, nunca reconocerá que no tiene las aptitudes necesarias para coger el
volante de su coche.
Según este estudio, los accidentes de tráfico con conductores mayores de 65 años son entre un 24 por ciento y un 51 por ciento menos frecuentes que los registrados por conductores más jóvenes.
Esto se debe a que los conductores mayores suelen ser más precavidos y toman decisiones menos arriesgadas.
Sin embargo, los
conductores mayores de 74 años tienen una mayor proporción de accidentes con
resultados fatales.
Esto se debe a su mayor fragilidad física y al hecho de que
a menudo conducen vehículos más antiguos
y menos seguros.
No hay una edad media obligatoria, pero lo lógico es que se deje de llevar el coche sobre los 75 años.
Cerca del 45 por ciento de los mayores que dejan de conducir lo hacen en contra de su voluntad.
De estos:
· El 41 por ciento lo vive de forma negativa
· El 27 por ciento no cree que deba dejarlo
· El 18 por ciento siente que no tiene control sobre la decisión
· Y el 14 por ciento experimenta vergüenza y sensación de inutilidad
Es un fuerte impacto para quien se siente obligado a dejar de conducir:
· El 44 por ciento de los encuestados siente que su nivel de independencia disminuye
· El 45 por ciento deja de realizar algunas de sus actividades habituales
En los últimos diez años, ha habido un aumento en el número de personas mayores de 65 años que siguen conduciendo.
Según Isabel Sala, investigadora del Servicio de Neurología y de la Unidad de Memoria del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, "actualmente hay un 5 por ciento más de hombres y el número de mujeres conductoras se ha duplicado".
Es fundamental prestar atención a los síntomas de deterioro cognitivo, como problemas de memoria, orientación, lenguaje y atención.
Estos síntomas pueden causar problemas graves durante la conducción, como confusión en el uso de los pedales, dificultad para mantenerse en el carril o para valorar ciertas situaciones.
"Llega un momento en que hay que dejarlo. A partir de los 75 años, la prevalencia del deterioro cognitivo se duplica cada 5 años. Una de cada cinco personas de entre 80 y 85 años tiene algún grado de deterioro de este tipo", explica Isabel Sala.
El 30 por ciento de los pacientes con demencia sigue conduciendo un año después de que se les recomiende dejar de hacerlo.
No obstante, no se debe restringir injustificadamente la movilidad de los mayores. Existen medidas alternativas a la retirada del permiso, como imponer ciertas restricciones que van desde circular con ciertos límites de velocidad, en ciertos horarios y tipos de vías, o hacerlo acompañados.
Algunos de estos consejos son:
· Realizar reconocimientos psicofísicos regulares: Es muy importante pasar todos los reconocimientos necesarios para la renovación del permiso de conducir y seguir las recomendaciones médicas.
· Viajar acompañado: Siempre que sea posible, es recomendable no conducir solo, especialmente en hora punta, condiciones meteorológicas adversas y durante la noche.
· Conocer los efectos de los medicamentos: Se ha de ser consciente de los efectos secundarios de los medicamentos y cómo pueden afectar a la capacidad para conducir.
· Precauciones en intersecciones: Aproximarse con cuidado, mirar dos veces a ambos lados antes de proseguir y extremar las precauciones al girar.
· Usar el transporte público: Siempre que exista esta posibilidad, es recomendable optar por el transporte público en lugar de conducir.