¿Cuál ha sido el comportamiento de los vehículos compartidos de movilidad urbana? ¿Y qué ventajas tienen estos vehículos? ¿Quieres saber también su nivel de facturación?
¿Te apetece conocer estos dos aspectos? Pues entonces has llegado al post adecuado porque de esto vamos a tratar largo y tendido en las próximas líneas.
Todo parece indicar que el efecto Covid ha pasado y que este sector de la movilidad urbana se encuentra plenamente recuperado.
Así, y según el observatorio sectorial DBK, la flota de vehículos en alquiler ha incrementado, pasando de 60.700 unidades en febrero de 2020 a 71.000 en abril de 2024.
Esto representa un aumento neto de aproximadamente 10.300 unidades, distribuidas entre bicicletas (42.110), motocicletas (11.975), patinetes (11.340) y automóviles (5.575).
Cabe destacar que el 85 por ciento de la flota de bicicletas compartidas pertenece a sistemas de alquiler público gestionados por municipios.
A nivel regional, Cataluña sobresale al concentrar cerca del 32 por ciento de la flota nacional de bicicletas compartidas en abril de 2024.
Mientras tanto, la Comunidad de Madrid lidera en la proporción de motocicletas (43 por ciento), además de dominar los segmentos de patinetes (54 por ciento) y automóviles (71 por ciento).
Durante el año 2023, se calcula que las empresas dedicadas a
la movilidad urbana compartida generaron ingresos
por alrededor de 155 millones de euros.
El sector de movilidad compartida en España muestra un significativo potencial de expansión,
impulsado por las tendencias de
movilidad urbana y la todavía baja penetración de estos servicios en el país.
Este escenario prevé la entrada de nuevos operadores en los próximos años, lo que podría dinamizar aún más el mercado.
La movilidad compartida se perfila como la solución del futuro para el transporte urbano, al ofrecer respuestas eficaces a muchos de los desafíos a los que han de hacer frente nuestras, como los atascos, los accidentes y la contaminación.
Un informe del Oliver Wyman Forum, en colaboración con el Instituto de Estudios de Transporte (ITS) de la Universidad de California, destaca que este modelo de movilidad experimentará el mayor crecimiento en la próxima década.
Según los datos recopilados, se prevé que el alquiler de vehículos compartidos aumente en un promedio del 10 por ciento anual, lo que traerá importantes beneficios a las ciudades.
A pesar de este pronóstico optimista, aún queda camino por recorrer. Los informes más recientes revelan que las principales ciudades españolas están rezagadas en comparación con otras capitales europeas en lo que respecta a la movilidad compartida.
Por ejemplo, mientras Madrid cuenta con más de 4.000 bicicletas eléctricas compartidas, París ya supera las 18.000.
Hagamos una a lista de las ventajas que puede suponer la movilidad compartida:
1. Disminución del tráfico. Los embotellamientos, especialmente en horas punta, representan un reto constante para quienes se desplazan en las ciudades, generando retrasos y pérdida de tiempo. Al compartir un vehículo, varias personas lo utilizan a lo largo del día, lo que reduce la cantidad de vehículos privados en circulación, descongestiona el tráfico y libera espacio en las calles.
2. Reducción de la contaminación. Los vehículos eléctricos compartidos son más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente que los automóviles convencionales, al no emitir CO2. Esto contribuye a mejorar la calidad del aire en las ciudades, disminuyendo el impacto negativo en la salud pública y en el entorno natural.
3. Mayor disponibilidad de espacio para estacionamiento. ¿Sabías que los vehículos privados permanecen estacionados el 95 por ciento del tiempo? Si optamos por utilizar vehículos de alquiler por minutos en lugar de poseer uno propio, contribuimos a liberar espacio en las ciudades. Esto reduce la necesidad de plazas de estacionamiento a largo plazo, permitiendo destinar más áreas a zonas verdes, espacios peatonales, carriles para bicicletas y otras infraestructuras esenciales para mejorar la calidad de vida urbana.
4. Impulso a la economía local. Los servicios de movilidad compartida, especialmente aquellos gestionados por empresas locales, pueden tener un impacto positivo en la economía más próxima. Estas compañías generan empleos directos e indirectos, desde ingenieros y mecánicos hasta personal de mantenimiento y soporte técnico.
5. Ahorro económico. Los modelos de movilidad compartida se basan en el pago por uso, lo que significa que los usuarios no deben preocuparse por los gastos asociados a la propiedad de un vehículo, como seguros, mantenimiento, impuestos o revisiones. De esta manera, se evitan los costes recurrentes de tener un automóvil que pasa la mayor parte del tiempo estacionado.
6. Fomento de hábitos saludables. Las bicicletas eléctricas compartidas permiten realizar desplazamientos cortos de manera más activa y menos sedentaria. En muchas urbes, se están desarrollando carriles bici en las principales vías para promover esta forma de transporte saludable.
7. Mayor seguridad en las ciudades. Los servicios de vehículos compartidos pueden contribuir a una mayor seguridad urbana. Con más personas utilizando vehículos compartidos, se reduce el número total de vehículos en circulación, lo que disminuye el riesgo de accidentes de tráfico.