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En ocasiones es complicado saber cuáles son las circunstancias que más pueden hacer variar el precio de un seguro de automóvil, y es común pensar que factores como la edad del tomador y segundos conductores o el tipo de vehículo que vamos a asegurar son los únicos datos que pueden hacer subir o bajar el valor final de nuestra póliza, pero hay mucho más.
Recientes estudios desarrollados por entidades aseguradoras, corredurías y profesionales cercanos al sector de los seguros han demostrado cómo otros factores que se pueden pasar por alto a la hora de contratar un seguro son finalmente los que hacen subir o bajar las tarifas, aunque lamentablemente suelen ser factores que son difícilmente modificables por el tomador, es decir, que al igual que la edad o experiencia del tomador, no son aspectos que el cliente pueda variar.
Así, quitando los datos habituales que hacen subir o bajar las cuotas del seguro, aspectos aparentemente menos relevantes como el lugar de residencia, profesión del tomador o incluso su situación profesional pueden hacer que paguemos más o menos por nuestra póliza.
Lugar de residencia del tomador
La zona geográfica donde estará situado el seguro del vehículo, es decir, la residencia del tomador, puede ser un factor que modifique en gran medida el precio de la póliza. Recientes estudios realizados por Segurojoven.com demuestran que una póliza con las mismas coberturas y las mismas características de conductor y vehículo pero con una dirección de contratación diferente pueden tener precios de hasta un 20 por ciento más o menos elevados.
Estos estudios revelan que en ciudades con una mayor concentración de población y tráfico como son las grandes capitales de provincias los precios pueden ser más elevados que en regiones de carácter más rural donde la concentración de vehículos es muy inferior a la media.
Además la siniestralidad de cada una de las regiones es sustancialmente diferente, razón por la que un vehículo que circule en Gran Canaria, por ejemplo, tendrá una mayor probabilidad de verse envuelto en un accidente que conductores que circulen por otras regiones como Castilla-La Mancha o Murcia.
Profesión del tomador
La explicación de por qué un vehículo que no es usado para transporte de mercancías o empleado para desplazamientos dentro del ámbito del trabajo tiene más o menos siniestralidad en función de la profesión del conductor es complicada de explicar, pues en realidad es un factor que en principio o tendría que afectar a la posibilidad de verse envuelto o no un accidente.
No obstante, una empresa de seguros ha señalado recientemente a los periodistas como el colectivo profesional que más reconoce haber tenido accidentes, pues hasta un 32 por ciento de los conductores trabajadores en el mundo de la comunicación aseguraron esta circunstancia.
Seguido de este colectivo, los ingenieros, los médicos, teleoperadores e informáticos, todos ellos con una siniestralidad superior al 26 por ciento, serían los siguientes colectivos más propensos a accidentarse con el vehículo.
Estudios realizados ya fuera de nuestras fronteras, en este caso en Inglaterra, señalan que un conductor desempleado tienen de igual forma más posibilidad de estar involucrado en un accidente de tráfico, aunque hasta el momento las compañías aseguradoras españolas no parecen haber utilizado este dato para determinar el precio del seguro de automóvil.