¿A qué edad
se deja de conducir? ¿Se hace de manera voluntaria o se ejercen determinadas presiones
para dejarlo? En el caso de que una persona quiera seguir conduciendo, ¿qué
medidas tendría que adoptar?
¿No te parecen muy interesantes estas preguntas? Si es así, no
dejes de leer este post hasta el final porque las vamos a contestar todas.
De promedio,
los conductores dejan de conducir a los 75 años.
Para minimizar riesgos al volante,
los expertos en seguridad vial aconsejan a estas personas:
·
Someterse a todos los reconocimientos psicofísicos necesarios para
la renovación del permiso de conducir y seguir las indicaciones de los médicos.
·
Viajar siempre acompañado cuando sea posible.
·
Evitar el uso del coche durante las horas punta, en condiciones
meteorológicas adversas, y por la noche.
·
Ser consciente de los efectos que podrían tener los medicamentos
sobre la capacidad de conducción y sus posibles implicaciones.
·
Aproximarse con precaución a las intersecciones, habituándose a
verificar dos veces a ambos lados de la carretera antes de avanzar
·
Extremar las precauciones al girar.
·
Utilizar el transporte público siempre que sea posible.
El 45 por ciento de los exconductores mayores indica que dejaron
de conducir por sugerencia o presión de las personas de su entorno, en lugar de
hacerlo voluntariamente.
Este cambio suele estar motivado
por:
·
Condiciones médicas (41 por ciento)
·
Problemas de memoria (36 por ciento)
·
Dificultades para manejar el vehículo (32 por ciento)
·
Diagnósticos de demencia (23 por ciento).
Según un estudio, las percepciones
cambian cuando contestan los familiares: un 74 por ciento asegura que dejan de
conducir fue involuntario, principalmente por problemas cognitivos (61 por
ciento), deficiencias en la conducción y malas condiciones físicas (35 por
ciento), y diagnósticos de demencia (17 por ciento).
Vulnerabilidad y tasa de siniestralidad
Según un informe de Fundación
Mapfre, aunque los conductores mayores son más vulnerables cuando sufren
lesiones en accidentes de tráfico, registran
menos siniestros con heridos que los conductores más jóvenes.
Destacan por tener mayor experiencia y ser menos propensos a
asumir riesgos al volante.
Según el informe, los siniestros protagonizados por conductores
mayores de 65 años son entre un 24 por
ciento y un 51 por ciento menos frecuentes en comparación con los más jóvenes.
Sin embargo, aquellos mayores de 74 años presentan la tasa más
alta de fallecidos en accidentes viales de todos los grupos de edad.
Esto se debe, en parte, a
la mayor fragilidad física de las personas mayores y al hecho de que con
frecuencia conducen vehículos más
antiguos .
Además, tienden a circular más
a menudo por vías secundarias, que son menos seguras que autovías y
autopistas.
Todo esto subraya la importancia de realizar ajustes en el
comportamiento de conducción para los conductores mayores, con el fin de
garantizar su seguridad y la de los demás.
Las
medidas preventivas y exámenes continuos de las capacidades, son claves para una movilidad segura en este
grupo demográfico.
El fomento del uso de alternativas
de transporte más seguras, como el transporte público, también puede contribuir
significativamente a reducir los riesgos asociados con la conducción en edades
más avanzadas.
Por supuesto que también es muy importante contar con un seguro de coche adecuado y que
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