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El 2019 será un año de cambios en el Reglamento General de Conductores, un Reglamento que seguramente verá la luz en el próximo mes de Julio. Y poco a poco se van conociendo novedades que afectarán al conjunto de los conductores.
Todo ello con el objetivo de reducir el número de siniestros en carretera que después de muchos años a la baja han vuelto a dispararse. En esta ocasión, la reforma incide en el plano formativo de los futuros conductores.
Algunas de las nuevas medidas serán:
Todo aquel que quiera obtener su permiso de conducir tiene la obligación de recibir ocho horas de clase presencial.
La Dirección General de Tráfico quiere evitar que los futuros conductores accedan a su carnet de conducir sólo haciendo tests o a través de cursos online o de las llamadas autoescuelas virtuales.
Se considera que de esta manera la formación será mucho mejor ya que será impartida por profesionales reconocidos y con experiencia.
Esta medida, la de tener la obligatoriedad de acudir a clase ya está recogida en los reglamentos de circulación de 25 países europeos.
Este curso hará especial hincapié en los colectivos que más accidentes han sufrido últimamente como son los ciclistas y los peatones.
Pero también se impartirán otras materias importantes para la seguridad vial como puedan ser el consumo del alcohol o evitar las distracciones. Cabe recordar que uso del teléfono móvil, cada vez más presente, se encuentra detrás de muchos accidentes.
Además, para realizar el examen
teórico específico (obligatorio para todos los permisos salvo el A,
que faculta a conducir cualquier motocicleta
o triciclo,
y el B, necesario para conducir coches) también se necesitan horas
presenciales, concretamente seis, para los permisos AM, A1 y A2
(ciclomotores y motos de distinta cilindrada) y dos en el resto
de permisos. En esas seis horas, se introducirán nuevos test,
centrados sobre todo en estudiar los factores de riesgo, así como
las maneras correctas de conducir una moto.
La obligatoriedad de hacer un curso presencial es una de las mayores novedades que tendrán que ser aprobadas en el Parlamento español. Pero hay algunas más que deben ser conocidas por todos los implicados en el sector, desde los conductores, pasando por las compañías aseguradoras y acabando por las empresas automovilísticas.
Nos referimos por ejemplo al intervalo entre examen práctico si se suspende. Si se suspende el primer examen el futuro conductor deberá esperar 15 días para volverse a presentar. Si suspende en su segunda oportunidad entonces el intervalo para poder intentarlo de nuevo será de 30 días. Y si suspende en la tercera tendrá que esperar 20 días entre la cuarta y las sucesivas. Cada vez que un alumno suspenda la prueba práctica tendrá que recibir obligatoriamente cinco prácticas más.
Cuando un alumno tenga dificultades auditivas y no pueda recibir instrucciones mediante un intercomunicador se le colocará un GPS. Esta medida afecta a las personas que quieran obtener el permiso de moto tanto el A1 como el A2. Este GPS le indicará el itinerario a seguir en la prueba de circuito abierto.
Si un conductor tiene en su poder el permiso B, es decir, el carnet de coche podrá conducir vehículos destinados al transporte de mercancías con una masa entre 3500 y 4250 kilos si tiene dos años de experiencia al volante.
Estas son las nuevas normas que, de aprobarse, se incluirán en el Reglamento General de Conductores. Todo con el objetivo de recudir el número de accidentes en las carreteras españolas.
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