Aunque parezca mentira, en los tiempos que corren, un periodo de más de 15 días sin llover supone un auténtico problema para las grandes ciudades en las que el tráfico y la contaminación hacen muy complicado llevar una vida normal para aquellos que para que para estar vivos necesitan respirar, es decir, todos.
En ciudades como Madrid, la llamada boina de la capital, esa
nube de CO2 que se sitúa sobre la ciudad después de días sin precipitaciones,
han hecho tomar medidas serias a las autoridades locales para intentar reducir
los niveles de contaminación que actualmente están disparados.
Estas medidas plantean un tipo de ciudad completamente
diferente a las que conocemos hoy en día, pues al escenario que se conoció este
pasado jueves día 12, en el que ya no se podía conducir a una velocidad de más
de 70 kilómetros por hora en aquellos tramos de carretera y autopista que
atravesaban Madrid, conocemos hoy una nueva norma temporal que impedirá a todos
los vehículos no censados dentro de la ciudad el aparcamiento en sus calles,
salvo para los taxistas, vehículos comerciales, eléctricos, y personas con
discapacidad.
Se trata de la Fase 2 del protocolo de actuación que el
consistorio Madrileño prevé para un momento en el que los niveles de
contaminación han superado mínimos imprescindibles para la salud y han llevado
a la ciudad a permanecer durante dos días seguidos en el nivel de Preaviso más
un tercero en el de Aviso, diferentes grados de alarma que determinan las
actuaciones a llevar a cabo.
Pero estas medidas podrían llegar mucho más allá si se llega
a aplicar la Fase 3 del protocolo de actuación para la que se contempla, además
de continuar con las restricciones de velocidad y las de aparcamiento previstas
para las Fases 1 y 2, se restringiría el acceso a la mitad de los vehículos en
la zona central de Madrid, la que está dentro de la M-30.
Esta medida se aplicaría, como ya se ha hecho en otras
grandes ciudades europeas, limitando la entrada a la ciudad a todos aquellos
vehículos que tuvieran matrícula con numeración par, unos días, para restringir
la entrada a los que tienen matrícula impar otros. Pero es que el Ayuntamiento
de Madrid contempla incluso una cuarta fase en la que la M-30 podría quedar
incluida en esta medida, por lo que la circulación por el cinturón de la
capital quedaría en el 50 por ciento.
Afortunadamente, todas estas medidas que el consistorio está
poniendo en marcha se están acompañando también de un refuerzo en el transporte
público que se espera puedan ayudar a los conductores a dejar el vehículo, pues
la situación en Madrid comienza a ser insostenible y peligrosa para la salud.
No obstante, ya hay voces que reclaman medidas adicionales y
mucho más drásticas como las llevadas a cabo en otras capitales como Londres,
desde donde hace ya 8 años se cobra una tasa diaria por el acceso con vehículo
privado que puede llegar hasta los 10 euros, una suma desde luego que hace a
muchos conductores plantearse el acceso a la urbe.