Contra todo pronóstico, a pesar de deberse a los fuertes vientos que azotaron la región de Cantabria en febrero de 2010, la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a una aseguradora a indemnizar a un cliente cuyo coche fue aplastado al caerle encima el tejado de la nave donde había aparcado su vehículo.
De nada
sirvieron los argumentos esgrimidos por la aseguradora del inmueble en los que
alegaba un "supuesto de fuerza mayor"
para eludir la responsabilidad de la indemnización que el propietario exigía
después de que su coche fuera gravemente dañado por los escombros, incluso
teniendo en cuenta que las rachas de viento superaron los 125 kilómetros por
hora.
Así, aunque
la Audiencia Provincial admite que se trató de un "viento inusual", no lo consideró "extraordinario",
pues explica que la "la existencia de vientos fuertes no
puede considerarse una fuerza mayor" dado que en el momento en el que se produjo
el siniestro se habían previsto fuertes rachas de viento que además son comunes
en esta región del norte de España.
El tribunal añade que la intensidad de estas rachas de
viento no se consideraron en ningún momento insólitas y que no se alargaron lo
suficiente en el tiempo como para que puedan ser calificadas como un suceso de "fuerza
mayor".
Por todo lo anterior, la sentencia ya indica cuál debe
ser el procedimiento de la aseguradora, que tendrá que abonar más de 11.000
euros después de que una viga de la nave cayera directamente sobre el
automóvil.
No cabe duda de que esta sentencia es ya una excepción,
pero que además conviene señalar los precedentes que establece, pues la
decisión de este tribunal crea una jurisprudencia que podría ser más que
peligrosa para las compañías aseguradoras, sobre todo en aquellas regiones
donde el mal tiempo es habitual y se pueden dar más situaciones similares a
esta.
Por otro lado, y esto ya podría llegar a ir en contra
del cliente, las compañías aseguradoras podrían decidir revisar sus coberturas
y precios de pólizas, pues si en una zona donde el tiempo es más desapacible se
convierte en costumbre leer este tipo de noticias, podría llegar un momento en
el que las aseguradoras vieran reducidos sus beneficios o incluso perdieran
dinero.
Se trata de una revisión que ya en algunas regiones
españolas se han hecho previamente por la meteorología y por otros motivos,
algo que lleva a que en regiones como Galicia, Canarias o Andalucía tengan
precios más elevados en sus pólizas de automóvil tanto por meteorología como
por otros motivos.