Concretamente el 58 por ciento de los talleres de reparación de vehículos se ven obligados por las compañías aseguradoras a declarar los coches como siniestro total tras un accidente cuando la reparación del automóvil resulta tener un precio más elevado que el precio de indemnización por pérdida.
Tal como explica el estudio realizado por la Confederación Española de Talleres (Cetraa), la presión que ejercen las compañías aseguradoras sobre los talleres llega hasta el punto de que el 60 por ciento de los establecimientos donde se realizan reparaciones aseguran que las compañías exigen descuentos en las piezas de recambio y se les llega incluso a exigir los servicios de un proveedor específico.
Por lo tanto, el informe pone de manifiesto que tanto las empresas aseguradoras como los peritos ejercen una acción sobre los talleres que podría ser considerada como injusta al afectar en un gran número de ocasiones la labor profesional de estas empresa cuya labor es simplemente la de realizar las reparaciones.
A la vista de estos datos, parece normal que hasta el 88 por ciento de los propietarios de talleres de reparación vean con buenos ojos la creación de un organismo independiente que regularice y vele por los derechos de estas empresas, de forma que no puedan ser sometidos a presiones económicas por las aseguradoras.
Además, sería también razonable que la acción de un perito fuera ejercida por una parte independiente del accidente, es decir, que la peritación la llevara a cabo una persona completamente ajena tanto al taller como a la aseguradora, con lo que se conseguiría un trato más equitativo.
En este sentido, el funcionamiento haría al no ser la empresa aseguradora la que tendría que valorar los daños ocasionados en el vehículo, la presión que ésta podría ejercer en el taller sería nula, pues sería un perito de una institución externa que no tuviera que responsabilizarse de la reparación ni del pago de la misma el que establecería la cuantía de la reparación del vehículo de la que se vería beneficiado el taller que tendría que llevarla a cabo.
Por supuesto, estas circunstancias podrían darse únicamente en el caso de que el seguro estuviera asegurado a todo riesgo en el momento del accidente o en el supuesto de que el coche a reparar hubiera sido víctima del accidente, pues como es evidente un seguro a terceros o terceros ampliado no se haría nunca cargo de la reparación si el culpable fuera el tomador del mismo.