
¿Cómo afectará la conducción autónoma a la responsabilidad civil dentro de los seguros de coche? Te lo decimos en este post.
La automatización podría reducir la frecuencia de reclamaciones de responsabilidad civil en los seguros de coche hasta un 35% para 2040, con una caída del 27% en pagos por compensación, siempre que la adopción sea masiva y la regulación acompañe, según el informe ‘Allianz Motor Day 2025: Hands Off – The Safety Promise of Autonomous Driving".
Actualmente, entre el 90% y el 95% de los accidentes de tráfico están vinculados directamente a errores humanos.
En este contexto, las tecnologías avanzadas de asistencia a la conducción, como el frenado autónomo de emergencia (AEB), ya están demostrando resultados concretos.
En vehículos que incorporan estos sistemas, las colisiones al dar marcha atrás pueden reducirse hasta un 66%, mientras que los choques por alcance descienden en torno a un 30%.
Algunas estimaciones apuntan a reducciones de hasta el 85% en accidentes provocados por salidas de carril, colisiones traseras o siniestros en intersecciones, cuando los vehículos están equipados con sistemas de conducción automatizada.
Estas cifras reflejan el enorme potencial de la tecnología para mejorar la seguridad vial y transformar la movilidad.
Pese a las cifras optimistas, la transición hacia una movilidad completamente automatizada no será ni rápida ni sencilla.
Allianz proyecta que para 2035 los accidentes en Europa podrían reducirse en torno a un 20%.
No obstante, advierte que los vehículos equipados con estas tecnologías presentan un mayor coste medio de reparación.
Este aumento, que se sitúa entre un 25% y un 35% en comparación con los automóviles convencionales, responde a la presencia de componentes complejos como sensores, cámaras y sistemas que requieren calibraciones específicas.
Este encarecimiento obliga al sector asegurador a replantearse los modelos tradicionales de pólizas y tarifas.
A medida que la tecnología gana protagonismo, las aseguradoras deberán adaptar sus productos no solo al perfil de riesgo de los conductores, sino también al valor tecnológico de los propios vehículos.
Uno de los factores determinantes en la evolución de los vehículos autónomos será la percepción que tenga la ciudadanía sobre su seguridad.
Según los datos del informe, el 56% de los europeos considera que los coches autónomos son tan seguros o incluso más que los convencionales.
Sin embargo, persisten dudas como que el 69% teme que estos sistemas puedan fallar en situaciones imprevistas y el 72% cree que aún son "demasiado nuevos" como para confiar plenamente en ellos.
Existen también diferencias notables entre países. Italia encabeza el nivel de confianza en esta tecnología, con un 65% de aceptación, mientras que en el Reino Unido esta cifra cae hasta el 44%.
Además, una amplia mayoría —un 83% de los encuestados— exige poder recuperar el control del vehículo en cualquier momento, lo que pone de manifiesto la necesidad de combinar automatización con la opción de intervención humana.
A nivel mundial, la implantación de la conducción automatizada avanza a ritmos muy diferentes.
Mientras que en China el 56% de los vehículos nuevos ya incorporan sistemas L2 o L2+, y en Estados Unidos esta cifra alcanza el 54%, en Europa apenas llega al 33%.
Esta disparidad pone de relieve la urgencia de una estrategia común que permita que el continente no se quede rezagado.
Para que la promesa de seguridad se cumpla y los beneficios de la automatización en seguros puedan materializarse, Allianz subraya la necesidad de establecer un marco regulatorio armonizado.
Además, considera imprescindible garantizar el acceso transparente a los datos del vehículo y desarrollar políticas que protejan eficazmente a las víctimas en caso de accidente.