Desde hace alrededor
de 15 años el Airbag es ya uno de los sistemas de seguridad más habituales
entre los vehículos que circulan por las carreteras españolas, algo que tienen
mucho que ver con el hecho de que desde hace al menos 5 años sea completamente
obligatorio en todos los vehículos de nueva comercialización, al menos en el
caso de las bolsas delanteras de conductor y copiloto.
En el caso de
vehículos cuya fabricación fuera en fechas previas a la obligatoriedad de este
sistema de seguridad, la ley permite, por supuesto, que los coches sigan
circulando y aprueben las revisiones técnicas realizadas por la ITV, pues la
implantación de este sistema en vehículos antiguos podría tener en muchos casos
un coste muy superior al del valor venal del propio vehículo.
Sin embargo,
a pesar de que en una gran cantidad de los coches que circulan por España
comenzaron a hacerlo antes de que la inclusión del Airbag fuera obligatorio, un
gran porcentaje de los mismos, seguramente superior al 90 por ciento contaban
con esta medida para los accidentes. La inclusión del Airbag en estos
vehículos, ahora con más de una década de antigüedad, hizo además que la ITV
comenzara a tener en cuenta este sistema para la aprobación de sus revisiones,
es decir, que en el caso de que el coche tuviera llevara Airbag desde su
fabricación y éste no tuviera un correcto funcionamiento, el coche no podría
seguir circulando hasta que no realizara la pertinente reparación.
Esta
situación se hizo necesaria porque el Airbag puede ser, además de un elemento que
salve vidas en un accidente, un peligroso enemigo si no tiene un buen
funcionamiento, pues un error a la hora de activarse automáticamente podría
hacer que no se ejecutara en el momento preciso causando graves lesiones a los
ocupantes si se activara un segundo después de haber colisionado el vehículo,
por ejemplo, pues impulsaría al conductor hacia el asiento a gran velocidad y,
en lugar de evitar un impacto contra el volante, causaría un segundo impacto,
en este caso contra el asiento.
Pero la situación podría ser incluso peor en el caso de que el airbag saltara cuándo el coche se encuentra en plena circulación, pues en sería entonces el causante de un accidente que, dependiendo de las circunstancias, podría llegar a ser unas graves consecuencias.
En este
vídeo se pueden ver las consecuencias de lo que podría ser un airbag mal
calibrado, donde el impacto se produce directamente sobre una zona completamente
dura, mientras que al saltar el airbag el ocupante del vehículo sufre un fuerte
impacto en el momento de la colisión y un segundo golpe con la activación del
sistema, en este caso tan solo una décima de segundo más tarde de cuando
debería haberlo hecho.