¿Es buena idea vender un coche a un desguace? ¿Qué razones puede haber para hacerlo? Te lo vamos a explicar en este post.
En primer lugar, vamos a ver qué razones te pueden llevar a vender tu coche a un desguace. Son las siguientes:
Con el paso del tiempo, todo coche experimenta un desgaste natural.
Si la reparación de tu vehículo supone un gasto superior a su valor en el mercado o su mantenimiento se ha vuelto insostenible, es momento de contemplar una alternativa definitiva.
En este punto, optar por entregarlo a un desguace puede ahorrarte dinero y molestias, ofreciéndote una solución rápida y legal.
No olvides que aunque lo entregues al desguace, el seguro de coche puede ser útil para tu siguiente vehículo. Y si quieres ver todas las ofertas sobre estas pólizas, pásate por nuestro comparador de seguros de coche.
Actualmente, muchos Centros Autorizados de Tratamiento (CATV) ofrecen incentivos económicos por la entrega de vehículos, incluso si están averiados o inservibles.
Este proceso permite el reciclaje de componentes útiles, como el motor, la batería o los neumáticos, reduciendo así la cantidad de residuos y ayudando a conservar recursos naturales.
Esta práctica se enmarca en la economía circular y representa una forma sostenible de desprenderte de tu coche, reforzando tu compromiso con el medioambiente.
Uno de los mayores atractivos de vender tu coche a un desguace es que ellos se encargan de los trámites legales relacionados con la baja definitiva en la Dirección General de Tráfico (DGT).
De este modo, te liberas del papeleo, los desplazamientos y los posibles errores que puedan surgir al gestionar el procedimiento por tu cuenta. Esto supone un considerable ahorro de tiempo y esfuerzo.
El primer paso consiste en contactar con varios desguaces para comparar condiciones, precios y servicios adicionales como la recogida a domicilio.
Antes de formalizar la entrega, debes asegurarte de disponer de los documentos imprescindibles: el permiso de circulación, el DNI del titular y la ficha técnica del vehículo (ITV). Tener estos documentos listos agiliza el procedimiento y evita retrasos innecesarios.
Una vez acordado el trato, puedes entregar el coche directamente o solicitar que el desguace lo recoja. Esta última opción es común si el vehículo no puede circular por sus propios medios debido a su estado.
Finalmente, recibirás el certificado de destrucción, un documento clave que confirma la baja definitiva del coche. Este certificado acredita que el vehículo ha sido retirado de la circulación legalmente y de manera responsable.
Aunque el desguace es una solución práctica, no es la única forma de desprenderte de tu coche. Dependiendo de su estado, podrías considerar otras alternativas:
Venta a particulares: Si el coche aún funciona o solo requiere reparaciones menores, puedes obtener un mejor precio vendiéndolo directamente.
Donación: Entregarlo a una entidad sin ánimo de lucro, ya sea para su uso educativo o para acciones solidarias, puede ofrecerte una gratificación personal.
Entrega como parte de pago: Algunos concesionarios aceptan coches usados como parte del abono para la compra de uno nuevo.
El importe que puedes recibir varía en función del estado general del vehículo, el modelo y los componentes que puedan reutilizarse o venderse como recambios.
Los coches más demandados o con piezas valiosas suelen generar una mejor tasación. Por eso, conviene solicitar presupuestos en varios desguaces antes de tomar una decisión definitiva.