Las alergias se manifiestan con más virulencia durante la primavera, pero siempre están presentes. Los ácaros están en cualquier lugar, también en tu coche. Así que en este post vamos a darte algunos consejos sobre cómo limpiar tu coche para evitar alergias.
Es más importante de lo que parece. En el caso de que estés conduciendo y empieces a estornudar puedes poner en peligro tu vida y la de los tuyos ya que este estornudo te puede hacer desaparecer la visión de la carretera por unos segundos. Unos segundos que, cuando menos te das cuenta, pueden ser fatales.
Muchas alergias no tienen cura. Así que lo mejor es prevenirlas. O al menos reducir sus efectos. Por eso te aconsejamos que limpies tu coche con una periodicidad semanal para evitar la acumulación de polen, polvo, ácaros y otras bacterias.
Lo mejor es que empieces por el interior del coche. Para realizar una buena limpieza lo primero que te conviene es vaciarlo de objetos que se te hayan podido acumular. Todos guardamos el paraguas, algunas bolsas para la compra y múltiples objetos. Al retirar estos objetos podrás limpiar tu vehículo a conciencia.
El segundo paso más recomendable es sacudir con fuerza las alfombrillas que es donde más se acumulan estas bacterias. No está de más ir a una estación de servicio y hacer uso de sus potentes aspiradores. También lo puedes hacer en tu garaje, claro. En estas estaciones de servicio también puedes comprar productos químicos anti bacterias.
Una vez hayas limpiado a conciencia las alfombrillas no dejes de aspirar el resto del suelo del vehículo. No está exento de ácaros y polvo. Vuelve a utilizar los aspiradores que existen en las gasolineras. Es posible que hayas decidido comprar una. Pues utilízala.
En esta operación no dejes de mover los asientos delanteros hacia adelante y hacia atrás y aspirar también el hueco que queda. De nada serviría si te dejaras bacterias por no realizar esta operación.
¿Ya tienes las alfombrillas y el suelo de tu vehículo bien limpio? Entonces es el momento de dedicarle unos minutos a la tapicería.
De tapicerías hay de muchas clases.
En el caso de que la tuya esté confeccionada con materiales textiles es mejor que uses espumas secas. Este tipo de espumas limpian a conciencia pero también mantienen la tapicería. Tendrás que ayudarte de un cepillo.
La espuma la deberás retirar a continuación con un paño o esponja que esté algo húmedo. Si la tapicería es de cuero natural o sintético se tiene que pulverizar y frotar con un paño seco.
Continuamos en la parte interior del vehículo y es el momento del limpiar a conciencia los cristales. Cuando hablamos de cristales nos estamos refiriendo a las ventanillas del interior pero también al retrovisor y a la luna trasera. Para eso bastará con un limpia cristales normal y corriente.
No hemos acabado. Hemos de limpiar también la guantera y todo el salpicadero. Son elementos de plástico y ahí también se acumulan infinidad de bacterias.
Con un chorro de aire a presión también te aconsejamos que limpies los filtros de todo el interior del vehículo. Por cierto, estos filtros es muy interesante que los cambies cada 10.000 kilómetros.
Cuando ya tengas todas estas tareas acabadas toca el exterior del coche. Aquí puedes utilizar las máquinas automáticas o bien esas pistolas a presión que seguro has visto en muchas gasolineras. En nuestra opinión ambos métodos son igual de eficaces para lo que estamos persiguiendo en este post, es decir, acabar con las bacterias.
No lo olvides. Si eres alérgico o alguien de tu familia lo es, una buena limpieza semanal de tu coche evitará los molestos estornudos o picores. En este post te hemos dado una serie de consejos para que lo consigas.
¿Con qué frecuencia lavas el interior de tu coche? Comparte este post con todos tus contactos y haznos llegar tus opiniones. Estaremos encantados de recibirlas.